El Caso de las Pruebas de IgG

Si tienes problemas de salud relacionados con el tracto gastrointestinal, las pruebas de sensibilidad alimentaria pueden parecer una obviedad. Sin embargo, un poco de investigación mostrará que hay cierta controversia entre los proveedores de atención médica sobre la validez de las pruebas de IgG. Estamos aquí para ayudar a resolver este debate y responder a algunas de las preguntas más exigentes.

También conocidas como pruebas de anticuerpos de inmunoglobulina G (IgG), las pruebas de IgG miden la presencia de anticuerpos IgG en la sangre, lo que indica una reactividad a determinados alimentos. Por ejemplo, una alta concentración de anticuerpos IgG hacia el aguacate sugiere que puedes tener una sensibilidad o intolerancia al aguacate.

Muchas personas consideran la realización de pruebas de sensibilidad alimentaria a las IgG cuando experimentan síntomas comunes relacionados con trastornos gastrointestinales, pero no están seguras de cómo identificar las reacciones adversas a alimentos específicos. También es una opción popular para quienes padecen afecciones gastrointestinales como el síndrome del intestino irritable y la enfermedad de Crohn.

Y lo más probable es que uno de tus proveedores médicos ya lo esté utilizando.

"La IgG es el más prevalente de todos los anticuerpos de tu cuerpo", dice el Dr. Chris Meletis, N.D., Asesor Médico de Notch. Por esta razón, él dice que es una herramienta crítica para tratar problemas gastrointestinales, depresión, asma, ansiedad y más. "Es el primer paso para entender la relación de tu cuerpo con ciertos alimentos".

El laboratorio asociado de Notch utiliza la tecnología de ensayo por inmunoadsorción ligado a enzimas (ELISA), una plataforma de pruebas inmunológicas ampliamente reconocida que detecta la presencia de anticuerpos en la sangre de una persona.

Meletis dice que su preferencia por la tecnología modificada de ELISA se debe a que ha resistido la prueba del tiempo y es ofrecida por muchos laboratorios de renombre. También hay estudios recientes que examinan las ventajas de las pruebas de IgG sobre otros métodos, como la variabilidad del tamaño de las células.

En este estudio en concretolos investigadores no solo determinaron que el método ELISA de IgG era más fiable, sino también lo suficientemente preciso como para reproducirlo. En las pruebas realizadas en cuatro momentos diferentes, el 82% de los alimentos produjeron resultados idénticos y el 17% diferían en un nivel de reactividad. 

Como el laboratorio de Notch utiliza pruebas por duplicado y una automatización avanzada, este nivel de precisión solo se refuerza.

"Quiero tener algo que sea reproducible, fiable y muy específico", dice Meletis. Mientras que algunas pruebas proporcionan mucho "ruido de fondo", como él dice, las pruebas de IgG se centran más en la especificidad. "Simplemente quiero saber si un alimento es un problema o si no lo es".

Sin embargo, es importante tener en cuenta que las pruebas de sensibilidad a los alimentos no lo abarcan todo ni son absolutas. La exposición, los viajes y otros factores externos también pueden desempeñar un papel en su reactividad, por lo que las pruebas de sensibilidad a los alimentos IgG suelen realizarse de forma sincronizada con una dieta de eliminación.

"La gente piensa que solo vas a tener una reacción si has estado expuesto, pero a veces cosas que ni siquiera comes también tendrán una reactividad", dice Meletis. Esto es especialmente frecuente en el caso de quienes experimentan una reactividad cruzada, dice. "Hay que tener un sistema inmunitario competente y todo se reduce a la susceptibilidad".

Una de las mayores fuentes de confusión es la diferencia entre las pruebas de IgG e IgE, dice Meletis, que a menudo se tratan como si fueran intercambiables, aunque no lo sean.

"La mayor diferencia entre las pruebas de IgG e IgE es si se busca detectar alergias o sensibilidades alimentarias", dice. "Cuando hacemos una prueba IgG, buscamos sensibilidades e intolerancias. Realmente no queremos tener ese nombre erróneo de que las pruebas de IgG son para las alergias alimentarias.

"Dado que las alergias alimentarias suelen desencadenar una respuesta inmunitaria inmediata, a menudo se las somete a pruebas y se las diagnostica en las primeras etapas de la vida de una persona. Las sensibilidades alimentarias, sin embargo, son respuestas tardías, mediadas por las células, lo que significa que a menudo se pasan por alto.

En este sentido, la IgG puede considerarse más "gradual", mientras que la IgE se asocia más a menudo con las "emergencias", afirma Meletis. La vida media de la IgG es de 21 días, lo que la hace especialmente útil para reconocer reacciones de aparición tardía. Además, las alergias mediadas por IgE suelen ser permanentes, mientras que las sensibilidades mediadas por IgG pueden ser solo temporales, por lo que Meletis recomienda hacerse una prueba de IgG cada pocos años.

"Las sensibilidades alimentarias pueden ser engañosas", dice. "Simplemente piensa en las pruebas de sensibilidad alimentaria IgG como una herramienta para entender cómo funciona tu sistema inmunológico".

Después de haber utilizado las pruebas de IgG en sus pacientes durante los últimos 27 años, Meletis dice que solo se convierte en un problema si se trata como una herramienta de diagnóstico integral o se actúa sobre los resultados sin ton ni son. Por ejemplo, eliminar todos los alimentos o especias a los que eres sensible sin un plan establecido puede causarte más daño que beneficio.

"El hacha que corta tu madera es genial hasta que te da en el pie", dice. "Tus resultados no deben ser un arma contra ti".

En resumen, las sensibilidades alimentarias son complejas, por lo que resulta muy útil consultar los resultados con un médico. Solo entonces podrás elaborar un plan de tratamiento intencionado y personalizado que te sirva a ti y a tus necesidades específicas.

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