Desglosando 7 afecciones GI comunes

Es posible que haya oído hablar del SII... pero ¿Qué pasa con el SIBO? Y ¿Cuál es la diferencia entre el SII y la EII?

Con el constante aluvión de nuevas investigaciones y opiniones contradictorias, es fácil perderse en el mar de trastornos y enfermedades gastrointestinales existentes. Para simplificar las cosas, hemos decidido desglosar algunas de las afecciones GI más comunes (y ampliamente reconocidas).

Enfermedad por reflujo gastroesofágico (ERGE)

La enfermedad por reflujo gastroesofágico (ERGE) es un trastorno digestivo que afecta al esfínter esofágico inferior (EEI), un anillo muscular situado entre el esófago y el estómago, y que hace que el ácido estomacal vuelva a subir por el conducto alimentario e irrite el revestimiento del EEI. Esto suele provocar ardor de estómago, indigestión y, en ocasiones, incluso dificultades para dormir. Aunque la ERGE y el reflujo ácido están estrechamente relacionados, no son intercambiables. La ERGE es una forma crónica y grave de reflujo ácido, mientras que muchas personas a las que no se les ha diagnosticado ERGE siguen sufriendo reflujo ácido con distintos niveles de gravedad.

La enfermedad celíaca

En las dos últimas décadas, la concienciación y la comprensión de la enfermedad celíaca han aumentado enormemente. La celiaquía es una enfermedad inmunológica caracterizada por la incapacidad del intestino delgado para procesar el gluten, una proteína presente en el trigo, la cebada y el centeno, lo que provoca inflamación y mala absorción de nutrientes importantes. Aunque la mayoría de los celíacos están predispuestos, se calcula que uno de cada 100 individuos en todo el mundo padece la enfermedad. También se calcula que el 30 por ciento sigue experimentando síntomas mientras sigue una dieta sin gluten, lo que puede atribuirse a la contaminación cruzada (o a una sensibilidad insospechada a la gliadina).

Enfermedad de Crohn

La enfermedad de Crohn es una enfermedad intestinal inflamatoria (EII) crónica que provoca la inflamación del tracto digestivo. Aunque las zonas de inflamación y los síntomas pueden variar de una persona a otra, la enfermedad de Crohn suele caracterizarse por dolor abdominal, diarrea y fatiga. La inflamación del tracto GI también puede dificultar la absorción de nutrientes, lo que provoca pérdida de peso, deficiencias vitamínicas e incluso retrasos en el crecimiento de los niños. Los enfermos de Crohn a veces desarrollan también síntomas en otras partes del cuerpo, como dolor en las articulaciones, erupciones cutáneas y osteoporosis.

Colitis ulcerosa

La colitis ulcerosa, la segunda de las EII, afecta al revestimiento interno del intestino grueso y el recto, lo que provoca inflamación y úlceras. Aunque se trata de una enfermedad crónica, la colitis ulcerosa se caracteriza por estallidos de inflamación activa, o "brotes", y períodos de remisión bastante largos. Dependiendo de la gravedad de la enfermedad, la colitis ulcerosa puede requerir una intervención quirúrgica y suponer una grave amenaza para la salud de la persona. Al igual que la enfermedad de Crohn, la causa de la colitis ulcerosa sigue siendo desconocida, pero la predisposición genética, los factores ambientales y un sistema inmunitario débil pueden aumentar el riesgo de padecerla.

Síndrome del intestino irritable (SII)

A diferencia de la EII, el síndrome del intestino irritable (SII) no es una enfermedad, sino un trastorno crónico que afecta al intestino grueso. Se caracteriza por un grupo de síntomas relacionados con el GI, que incluyen hinchazón regular, diarrea, estreñimiento y dolor abdominal. Aunque todavía hay muchas incógnitas, se calcula que el SII afecta actualmente a un 15% de la población mundial. También puede ser relativamente difícil de diagnosticar, ya que comparte síntomas comunes con muchas otras afecciones GI, como la celiaquía y la enfermedad de Crohn.

SIBO

El sobrecrecimiento bacteriano del intestino delgado
, también conocido como SIBO, se produce cuando las bacterias que se encuentran en otras partes del intestino empiezan a crecer en el intestino delgado, lo que provoca dolor de estómago, diarrea y otros síntomas relacionados con el GI. Descubierta por un gastroenterólogo a principios de la década de 2000, la SIBO es una afección relativamente nueva y no se comprende del todo. Sin embargo, se asocia a otras afecciones GI, como la enfermedad de Crohn, la enfermedad celíaca y el SII, entre otras. Algunos investigadores creen incluso que es la causa principal del SII.

Sensibilidad a los alimentos

Por último, pero no por ello menos importante, las sensibilidades alimentarias son otro factor común que contribuye a la irritación intestinal. Es importante señalar que las sensibilidades alimentarias no son lo mismo que las alergias alimentarias, que desencadenan una respuesta inmunitaria inmediata (y a menudo peligrosa). Las sensibilidades alimentarias, en cambio, se caracterizan por reacciones retardadas, mediadas por las células, que pueden tardar hasta varios días en aparecer. Las náuseas, la hinchazón, los calambres estomacales y la diarrea son sólo algunos de los síntomas que pueden aparecer tras consumir un alimento al que se es sensible. Sin embargo, a diferencia de muchas de las afecciones anteriores, la sensibilidad a los alimentos puede vincularse a un desencadenante específico mediante pruebas de sensibilidad a los alimentos. Si cree que puede ser su caso, las pruebas de sensibilidad alimentaria caseras de Notch son un buen punto de partida.

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