1. Burnout: ¿Un síntoma o una condición médica?

Habiendo pasado la mayor parte de los últimos 365 días acurrucados en nuestros hogares, sería fácil suponer que hemos tenido tiempo para descansar... sin embargo, la combinación del estrés relacionado con la pandemia y el hecho de que el trabajo sea nuestra principal salida social ha provocado el aumento de un fenómeno ya creciente: burnout.

Durante años, el burnout se ha abordado principalmente como un síntoma de estrés crónico. Sin embargo, la Organización Mundial de la Salud (OMS) actualizó su definición de burnout en la última revisión de la Clasificación Internacional de Enfermedades (CIE-11). Aunque todavía no se considera un diagnóstico médico oficial, esta modificación demuestra la creciente preocupación que rodea al burnout en el sector sanitario.

Anteriormente definido como un "estado de agotamiento vital", la CIE-11 define el burnout como "un síndrome conceptualizado como resultado de un estrés laboral crónico que no ha sido gestionado con éxito". El burnout también puede ser el desencadenante de otras afecciones médicas, como el aumento de la presión arterial, el insomnio, la diabetes de tipo 2 y la adicción.

¿Qué causa el burnout?

Según una encuesta de Gallup de 2018, las cinco causas principales del burnout de los empleados son:

  • Malos tratos en el trabajo.
  • Una gran carga de trabajo.
  • Falta de claridad en torno a su papel.
  • Poca comunicación o apoyo por parte de la dirección.
  • Plazos opresiones desmedidas.

Uno solo de estos factores, por no hablar de varios, puede provocar el burnout en el trabajo. Sin embargo, también es importante tener en cuenta que el burnout no siempre proviene del lugar de trabajo. El burnout de los padres es otra preocupación común, tanto en Estados Unidos como en el extranjero. Esta forma de burnout es particularmente común entre las madres, ya que a menudo son responsables del cuidado, la preparación de las comidas, la toma de decisiones sobre la salud de la familia y, en muchos casos, también tienen un trabajo tradicional.

Con las escuelas cerradas durante meses y los pocos recursos disponibles para muchas familias, este problema no hizo más que agravarse durante la pandemia. En un estudio reciente de la Asociación Americana de Psicología, casi la mitad de los padres declararon tener un alto nivel de estrés, y mencionaron el aprendizaje a distancia y la interrupción de los horarios como dos de las principales fuentes.

¿Cómo puede saber si está experimentando el burnout?

Como sugiere la CIE-11, el burnout se caracteriza por estas tres dimensiones:

  1. Sensación de agotamiento de la energía.
  2. Aumento de la distancia mental con respecto a la propia ocupación (o sentimientos de cinismo hacia ella).
  3. Una sensación de ineficacia y/o falta de logros.

Aunque estas características se refieren principalmente a la definición de la OMS, que sólo reconoce el burnout en relación con el lugar de trabajo, estos criterios también pueden aplicarse a otros tipos de burnout. El agotamiento, la sensación de inadecuación y una perspectiva cada vez más negativa son signos relativamente universales de burnout.

Por último, es importante señalar que el burnout puede manifestarse de diferentes maneras. Por ejemplo, mientras que algunas personas pueden experimentar un burnout de tipo "sobrecarga" por tratar de escalar posiciones en el trabajo, otras pueden verse abrumadas por sentimientos de aburrimiento o impotencia que finalmente las llevan al límite.

¿Cómo puedes prevenirlo?

Aunque puede ser relativamente fácil de diagnosticar una vez que se conocen los criterios, la prevención del burnout no es tan clara. Aunque depende en gran medida de su empleador y de su cultura de trabajo, hay algunas medidas que puede tomar para reducir las posibilidades de sufrir el burnout. Esto incluye:

  • Siga sudando. El ejercicio sigue siendo una de las formas más eficaces y sencillas de prevenir el burnout. Numerosos estudios han demostrado que existe una correlación directa y negativa entre el aumento del ejercicio y los sentimientos de burnout o depresión. Adoptar un régimen de entrenamiento regular o encontrar tiempo para hacer ejercicio cuando se está estresado puede ser la clave para evitar que esos sentimientos se conviertan en algo más serio.
  • Delegar (o pedir ayuda). Esta puede ser una de las más difíciles de poner en práctica, ya que quienes experimentan el burnout suelen ser personas trabajadoras y autosuficientes a las que les gusta asumir (y mantener) la responsabilidad. Sin embargo, aprender a reconocer cuándo se tiene demasiado trabajo y delegar tareas es una herramienta esencial para prevenir el burnout.
  • Adopta técnicas de autocuidado o de gestión del estrés. Aunque los baños de burbujas y los masajes semanales son estupendos, no te engañes pensando que son el parangón del autocuidado. Los ejercicios de respiración, la práctica del yoga e incluso la escritura de un diario sobre el estrés también son técnicas válidas. Lo más importante es encontrar lo que mejor funciona para ti. Esto podría significar meditar antes de acostarse para aliviar la mente antes de dormir o simplemente charlar con un terapeuta de forma regular.

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